miércoles, 18 de mayo de 2011

MIDNIGHT IN PARIS


 La nostalgia como fuente de creación

Vivir de ilusiones, de sueños, de imaginación. Vivir de la ficción. Es la vía por la que el ser humano consigue alimentarse dentro de su aburrida y real existencia. El escape hacia los mundos imaginarios es lo que nos mueve a seguir. Básicamente explica el por qué la gente acude al cine o lee novelas, necesitamos sentirnos en otras realidades (habría que definir el concepto de realidad), dejar la mente libre. Tras el viaje, el espectador, el lector, el soñador, siente una reconciliación con su interior tras su liberación que le dispone con más seguridad para afrontar de nuevo la “realidad”.
Es precisamente el viaje desarrollado por el protagonista en Midnight in Paris. La nostalgia y la noche parisiense están en su interior pero no consigue plasmarlos en su novela hasta que viaja por el universo imaginario de su mente.
Se trata de una de las obras recientes más simpáticas y divertidas de Woody Allen, que vuelve a adentrarse en la problemática psicológica de los artistas de manera brillante y audaz, con agradables sorpresas y golpes cómicos.
Woody Allen reivindica el concepto de nostalgia frente a los híper-racionalistas, que sólo creen en el presente y futuro más inmediato, sin ser conscientes que no se puede ser sin haber sido.
Midnight in Paris es una obra que hace soñar al espectador con grandes dosis de humor y reflexión, siendo original y creativa a la vez. Sin pertenecer al grupo de las grandes obras del autor, sí que podríamos afirmar que ha superado con creces sus últimas películas.

NOTA: 7

2 comentarios:

  1. Muy bueno Sergio!
    Esta no me la pierdo!
    C:)

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  2. Opino exactamente igual que tú. Me encantó porque me sentí totalmente identificada con el protagonista. Al igual que él, pienso que cualquier tiempo pasado fue mejor...

    Un beso!

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