miércoles, 16 de febrero de 2011

THE FIGHTER


Si analizamos esta película desde su temática, auge y descenso del héroe por un lado, o consecución de una meta casi utópica por otro (dependiendo de cada protagonista), podría decirse que la historia no es nada original. Sin embargo, sí lo es.
Esta película narra la vida de dos hermanos que viven en un suburbio marginal, donde cada nuevo día se presenta como una lucha y han de pelear duro aspirando a algo que es casi inalcanzable para ellos, la felicidad. David O. Rusell, director de la obra, ha querido abarcar esta historia desde diferentes puntos de vista, llegando incluso a provocar dudas en el espectador sobre quién es el protagonista, elemento que puede considerarse uno de los pocos puntos débiles del guión.
Las relaciones personales dentro de un seno familiar donde sus capacidades para generar ingresos son escasas, hilan la narración de esta historia en la que los dos hermanos, uno boxeador y otro boxeador retirado, marcan el paso de la película. 
La primera mitad de la obra se sitúa más en la historia de Dicky Eklund, personaje interpretado por el genial Christian Bale, un ex boxeador drogadicto que se erige como un obstáculo para su hermano, Micky Ward, interpretado magistralmente también por Mark Walhberg. La segunda parte de la película cuenta más la lucha y el tesón de Micky y la guerra que tiene consigo mismo y con sus circunstancias. 
Es un guión muy bien pensado y muy bien elaborado donde lo que crees que tiene que ser, resulta no serlo. El final consigue emocionarte y logra que empatices enormemente con la historia y sus personajes.
The Fighter no es sólo una película de boxeo, es una historia sobre la capacidad de superación de un individuo que lucha por lo que más le gusta y por lo único que le mueve para levantarse de la cama cada día de su vida: el boxeo.

NOTA: 7