miércoles, 1 de junio de 2011

LOS SOPRANO FOREVER



¿Por qué nos atrae el “monstruoso” Tony Soprano?

Obra que se autodenomina por sus autores como el antimanual, se inmiscuye en el relato de Los Soprano no sé si de manera diferente, pero sí al menos analiza las claves fundamentales del éxito de esta serie genial producto de la HBO.
Una de las cuestiones básicas cuando estudiamos el mundo de la ficción es abarcar las razones por las cuales personajes terroríficos como Al Capone (Los intocables), Joen Doe (Seven), Norman Bates (Psicosis), Hannibal Lecter (El silencio de los corderos), Alex (La naranja mecánica) o el propio Tony Soprano son tan atractivos para el espectador llegando incluso a ser admirados en muchos aspectos.
Los Soprano Forever aborda este interrogante primero desde la diferenciación entre ficción y realidad. Un admirador del Tony Soprano ficcional seguramente aborrecería conocerle en la realidad, además de por supuesto temerle. Sin embargo nos atrae el modo en el que transgrede las normas, algo que nos parece admirable, aunque ni si quiera sea una opción para nosotros en la “realidad”. Su rompedora conducta contra el sistema, la frialdad para negociar, la carencia de escrúpulos para avasallar al resto llegando incluso a asesinar y su enorme inteligencia, son rasgos más que suficientes para que quedemos prendados ante el televisor. Un acertado análisis que hacen los autores de la obra es diferenciar entre admirar y sentirse identificado.
Nadie ve Star Wars y se siente identificado con Darth Vader, pero en cambio siente admiración por su lucha en el lado del mal. Tampoco nos sentimos identificados con Norman Bates en Psicosis, pero llegamos a desearle suerte en su batalla contra la locura. Exactamente nos ocurre lo mismo con Tony Soprano, no nos identificamos con los asesinatos, las prostitutas, el soborno ni las drogas, pero sí admiramos cómo alguien vive tan al margen del sistema, sin acatar las “aburridas” normas sociales.
El libro o antimanual nos describe el por qué de éste modo de vida, relacionándolo directamente con la era en la que vivimos, carente de valores y llena de un excelso vacío en el ser humano: hablamos de existencialismo. El vacío, el no temer a la muerte, el pensamiento único del presente, la carencia de empatía, produce en los personajes de la serie conductas abominables creando un mundo donde cualquiera está expuesto a la muerte y al vacío existencial.
Para David Chase, creador de Los Soprano, no existe un por qué ni un final claro, detallado excelentemente en el último capítulo de la serie, donde la muerte son 11 segundos en fundido a negro.

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