lunes, 24 de enero de 2011

ANIMAL KINGDOM


           El cine sobre la criminalidad y los gánsteres siempre resulta atractivo para el espectador si el tratamiento que se le concede es verosímil y exento de efectismos. Es justo este punto el que hace que Animal Kingdom sea una película interesante, que no pasará a la historia dentro del cine de género pero que posee un guión sólido que termina por funcionar.

            Al más puro estilo hitchcockiano, el director y escritor de la cinta David Michod, dispone a un inocente dentro de un universo que no ha elegido y al que deberá enfrentarse para lograr sobrevivir. 

Animal Kingdom analiza la eterna discusión sobre la naturaleza violenta del hombre y si son las circunstancias que le rodean las que le hacen violento contra los que piensan que el ser humano es tan animal como cualquier otro por lo que somos cazadores y como tales, nos han de posicionar en situaciones límite para sacar nuestro instinto natural de supervivencia. Mi modo de ver esta película es que el director se posiciona en esta última tesis, hobbesiana al cien por cien, en donde todos somos capaces de asesinar y matar si de ello depende nuestra adaptación al medio.

Ya desde el mismo comienzo de la película David Michod da pistas sobre lo que quiere contarnos, con un primer plano de un cuadro donde aparecen diferentes animales con la figura de un león por encima de ellos. Es la ley natural de la supervivencia, el más fuerte es que el sobrevive, el débil muere. 

Animal Kingdom se erige pues en una película que narra la transformación que padece un joven pasando de ser un delfín hasta llegar a convertirse en un león. Vive en una manada de leones y la única manera que tiene de seguir vivo es la de convertirse en uno de ellos.

Es una película pesimista, dura, directa y realista, que te hace reflexionar sobre la conducta humana, condición sine qua non para que una historia tenga interés.

NOTA: 7

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